El boom de importaciones chinas que está ahogando a las mypes peruanas

El auge del comercio electrónico ha permitido a los peruanos acceder a productos asiáticos. Sin embargo, la saturación del mercado y la falta de estrategia ponen en riesgo a las mypes locales.

Las importaciones peruanas comenzaron el 2025 con cifras sólidas: solo en el primer trimestre, las compras del exterior de materias primas y bienes de capital para la industria crecieron 25,2% y 22,9%, respectivamente.

Detrás del dinamismo está el empuje de la industria nacional, pero también un fenómeno paralelo, menos visible y mucho más complejo: el boom de importaciones chinas a pequeña escala, impulsado por el consumidor común y por miles de mypes que hoy enfrentan un riesgo silencioso de saturación y fracaso.

“China el principal origen de nuestras importaciones (por ejemplo, en 2023 llegó a representar el 26% acorde a cifras de SUNAT). Es la fábrica del mundo, y nuestro principal socio comercial desde hace años”, explica Moisés Revelli Romero, docente en Certus y especialista en comercio exterior.

Pero ese dominio tiene un costo: las mypes peruanas están atrapadas en un ciclo de informalidad, improvisación y competencia sin diferenciación.

De la pandemia al clic: ¿cómo nació el nuevo importador peruano?
El comercio electrónico en Perú creció más de 400% tras la pandemia, y con él se disparó el acceso a plataformas internacionales como Temu, Shein, AliExpress, Alibaba, Made-in-China, entre otras. Hoy, con un teléfono celular y una tarjeta de crédito, cualquier persona puede importar productos directamente desde Asia, ya sea para consumo propio o para revender.

“Es tan sencillo que se ha vuelto un hábito. Muchos peruanos —amas de casa, estudiantes, desempleados o independientes— encuentran en estas apps una forma de generar ingresos. Hacen unos clics, pagan por tarjeta de crédito o PayPal, y reciben sus productos en casa en dos o tres semanas”, relata Revelli.

Estas compras se canalizan principalmente por vía courier o servicio postal. El sistema actual permite importar hasta un valor FOB de US$3.000 por despacho con DNI, o realizar tres importaciones al año por un máximo de valor FOB de US$ 1.000 cada una.

Si el monto no supera los US$200 en valor FOB, no se paga ningún tributo, solo el costo del producto, el envío (muchas veces gratuito o shipping free) y costo de desaduanaje en Perú (que dependiendo del courier, no llega a superar los US$40 por despacho).

“El problema es que, al ser tan fácil, todos importan lo mismo. Y como compiten por precio, los márgenes se achican, no hay valor agregado y la mayoría de estos negocios desaparecen antes de los dos años”, advierte.

Importadores sin estrategia
Según el especialista, Perú es uno de los países más emprendedores del mundo, pero no uno de los más empresariales. La informalidad alcanza a 8 de cada 10 negocios, y muchos emprendedores no tienen formación básica en gestión, ventas ni finanzas.

“Ni siquiera sabemos vender. Eso no lo enseñan en el colegio, recién se ve en algunas carreras universitarias y técnicas”, señala.

A eso se suma el desconocimiento de la normativa aduanera: muchos productos pueden estar restringidos o requerir autorizaciones de entidades como el MTC, Digesa o la Sunat. También es común subestimar los costos locales como el almacenaje o el desaduanaje.

Y hay más: “Uno de los mayores riesgos son las estafas. No todos los proveedores que ves en Internet son confiables. Por eso hay que verificar opiniones, puntuaciones, años de operación, si cuentan con seguro comercial por no envío o envío incompleto del proveedor o incluso contrastar con la información de Aduanas. Y nunca pagar por MoneyGram o Western Union, ya que se paga por ese medio a personas naturales y no a cuentas corrientes de empresas”, alerta Revelli.

Boom, pero sin cimientos
La alta rotación de productos y negocios ha convertido el mercado en un océano de lo mismo. “Si todos traen juguetes, ropa o gadgets del mismo proveedor chino, no hay cómo sostenerse. El modelo termina siendo más de sobrevivencia que de crecimiento. Eso no es emprender con visión empresarial”, afirma.

En fechas clave como julio o diciembre, muchos se lanzan a importar sin estrategia, esperando colocar productos en la campaña navideña. “Lo ideal sería planificar con meses de anticipación, elegir productos con demanda clara, conocer el marco legal, negociar condiciones de pago con proveedores serios y calcular bien el margen después de impuestos y gastos logísticos antes de tomar la decisión de importar”, recomienda.

Para quienes quieran escalar (importaciones mayores a un valor FOB de US$2.000), Revelli sugiere formalizarse como persona jurídica (RUC 20) y considerar importaciones mayores por vía marítima o aérea, ya con apoyo de agentes de carga y de aduana. Pero insiste: “Antes de pensar en cantidad, hay que pensar en diferenciación”.

¿Qué pueden hacer las mypes?
Frente a este panorama, el especialista deja tres recomendaciones concretas:

  1. Probar con cantidades pequeñas, en plataformas B2C, validando qué productos funcionan.
  2. Evitar copiar lo que todos traen. Buscar un nicho, observar nuevas necesidades y apostar por productos únicos.
  3. Construir una marca propia, dar valor añadido, ofrecer servicio postventa, crédito, o asesoría. No basta con importar barato.

“El problema no es China, ni importar. El problema es que estamos improvisando como país. Si seguimos apostando por la cantidad en lugar de la calidad, este boom terminará dejando solo escombros de microempresas que nacieron sin dirección”, sentencia.

¿Emprendedores o revendedores?
El Perú importa más que nunca, pero también fracasa más que nunca en sostener a sus mypes. Si no hay estrategia ni formación, el resultado será siempre el mismo: negocios que nacen por necesidad, sin estructura, y que mueren antes de poder crecer.

A propósito del desconocimiento en la estrategia de los emprendedores tal como se indica, Certus realizará el 21 de julio un masterclass, “Importar desde China con éxito”, espacio donde los emprendedores aprenderán de forma gratuita a planificar su importación de forma segura y rentable

Fuente: Diario La República