Desde momentos históricos en la pista de hielo hasta playlists personales, la música acompaña, motiva y une a los atletas olímpicos durante su camino a la gloria.

Más allá del podio: cómo la música impulsa el espíritu olímpico en el hielo y la nieve
Con motivo del Día Internacional de la Música, el portal Olympics.com ha explorado el poderoso vínculo entre la música y los Juegos Olímpicos de Invierno. Lejos de ser solo un elemento decorativo, los sonidos y melodías forman parte integral de la experiencia olímpica, acompañando a los deportistas desde su preparación mental hasta la construcción de momentos memorables en la historia del deporte.
Un claro ejemplo de esto ocurrió en Sarajevo 1984, cuando los británicos Jayne Torvill y Christopher Dean ejecutaron una icónica rutina de danza sobre hielo al ritmo del «Bolero» de Ravel, logrando una puntuación perfecta por parte de todos los jueces en impresión artística. Aquella presentación no solo les valió el oro olímpico, sino que convirtió esa pieza musical en un emblema de los Juegos de Invierno.
Sin embargo, el papel de la música va mucho más allá del patinaje artístico. Desde ceremonias que conectan culturas hasta listas de reproducción personales que ayudan a encontrar concentración o motivación, el sonido se convierte en una herramienta emocional y psicológica indispensable para muchos atletas.
Italia y su legado sonoro rumbo a Milano Cortina 2026
La próxima edición de los Juegos Olímpicos de Invierno se celebrará en Milano Cortina 2026, y todo apunta a que la música jugará un rol central en la Ceremonia de Apertura, programada para el 6 de febrero. Como es tradición, este evento mostrará al mundo el patrimonio cultural del país anfitrión, en este caso, el vibrante legado musical italiano.
Uno de los recuerdos más perdurables de los Juegos en Italia fue la actuación de Luciano Pavarotti cantando Nessun Dorma en Turín 2006. Esta fue su última presentación pública, frente a la llama olímpica, en un momento cargado de emoción que aún resuena en la memoria colectiva.
Ceremonias como la de PyeongChang 2018, donde artistas coreanos interpretaron Imagine de John Lennon en un montaje multicultural, demuestran cómo la música también puede transmitir mensajes universales como la paz y la unidad, valores clave del movimiento olímpico.
El poder de los auriculares: atletas que encuentran fuerza en la música
Más allá de los estadios, muchos atletas olímpicos integran la música en sus rutinas personales. El esquiador alpino italiano Dominik Paris, por ejemplo, también es vocalista de una banda de heavy metal llamada Rise of Voltage. Según confiesa, escuchar metal antes de competir le genera una sensación de libertad y concentración comparables al esquí.
«Empiezo el día poniéndome los auriculares y no me los quito hasta la salida. Es parte de mi preparación», señaló el campeón mundial de supergigante en 2019.
En disciplinas como el snowboard y el esquí freestyle, la música también forma parte activa de la competencia. La estrella china Eileen Gu, medallista múltiple en Beijing 2022, reveló que Lady Gaga fue la voz que la acompañó en sus descensos. Además, Gu considera que su formación musical —toca piano desde hace nueve años— le ha permitido desarrollar un gran sentido del ritmo, algo que traslada a sus trucos en el aire.
«La velocidad, el viento, los giros… todo tiene su propio tempo», explicó tras su participación en los Juegos.
En el caso del español Javier Lliso, finalista en Big Air, la guitarra es su compañera de viaje durante las giras competitivas. Tocar música o escuchar a su banda favorita lo conecta emocionalmente con casa y lo ayuda a mantener la motivación.
Rumbo a los próximos Juegos
A medida que se acerca Milano Cortina 2026, la música continuará siendo una aliada fundamental tanto en el camino de clasificación de los atletas como en la construcción del relato olímpico. Desde listas de reproducción energizantes hasta himnos que quedarán grabados en la historia, la música seguirá desempeñando su papel silencioso pero poderoso.
Tal como lo expresó el tres veces campeón olímpico de snowboard, Shaun White:
“Hay canciones que te colocan en un estado mental específico, y esa es la magia de la música”.
Con el poder de la música como telón de fondo, los Juegos Olímpicos de Invierno seguirán celebrando no solo el deporte, sino también la conexión emocional y cultural que une a personas de todo el mundo.