La música nueva pierde terreno frente a los clásicos: algoritmos y nostalgia definen el consumo musical en 2025

En plena era digital, la paradoja se vuelve evidente: mientras más música se produce, menos música nueva se escucha. Un informe de Luminate 2025 confirma la tendencia global: el consumo de canciones recientes (menos de 18 meses de antigüedad) cayó un 3,3% en el último año, mientras que los clásicos ganan cada vez más terreno.

Esta inclinación por el catálogo –música publicada hace más de año y medio– responde a una combinación de factores: algoritmos que privilegian lo familiar, un mercado saturado y una industria que apuesta por lo seguro, priorizando reediciones, aniversarios y artistas consagrados.

📊 Más oferta, menos descubrimiento

Cada día se publican miles de canciones, pero los oyentes están cada vez menos expuestos a ellas. La sobreabundancia de lanzamientos, sumada a la pérdida de espacios de curaduría como revistas, canales especializados o suplementos culturales, ha generado una dificultad concreta: no sabemos dónde ni cómo encontrar nueva música.

Según un informe de MIDIA 2025, el 55% de los jóvenes desea descubrir artistas nuevos en plataformas digitales, pero no sabe cómo hacerlo. Incluso, el 33% de quienes escuchan una canción nueva no recuerdan su nombre ni al artista, mientras que el 18% evita prestar atención para no interrumpir su experiencia en redes sociales.

🤖 El papel de los algoritmos

Los algoritmos de recomendación –base de plataformas como Spotify, YouTube o Apple Music– están diseñados para mantener al usuario conectado, no necesariamente para sorprenderlo. Esto implica que, en lugar de invitar a la exploración, tienden a repetir lo que funcionó antes. El resultado: menos diversidad, menos descubrimiento.

“El algoritmo no puede reemplazar al criterio humano. Le cuesta entender el factor sorpresa, lo inesperado, lo que te cambia la vida”, afirma el periodista José Heinz, especialista en música y tecnología.

📉 El dominio del catálogo

La industria musical ha encontrado rentabilidad en el mercado de la nostalgia: relanzamientos, remasterizaciones y giras conmemorativas dominan la escena. Para los grandes sellos, apostar por discos que ya fueron exitosos implica menor riesgo y mayor retorno económico. Según el crítico Simon Reynolds, esto impone un “presente continuo” donde el pasado nunca termina de irse y el futuro apenas tiene espacio.

🔥 ¿La viralidad reemplaza el descubrimiento?

La música que se vuelve viral en TikTok o Instagram puede alcanzar millones de reproducciones, pero rara vez consolida carreras. La fragmentación del consumo impide que una canción popular se traduzca en una conexión con el resto de la obra del artista. La viralidad es rápida, pero también efímera.

🔍 ¿Qué se puede hacer?

A pesar del contexto, aún hay formas de descubrir música nueva. Especialistas recomiendan:

  • Explorar festivales y sus artistas emergentes.
  • Prestar atención a las bandas soporte en conciertos.
  • Seguir curadores, periodistas y playlists independientes.
  • Leer entrevistas, reseñas y publicaciones especializadas.
  • Investigar las influencias y gustos de tus artistas favoritos.

🎶 El desafío: romper con la comodidad de lo conocido

El problema no es solo de la industria: también es cultural. La escucha pasiva y la dependencia del algoritmo han transformado la experiencia musical en algo funcional, inmediato y repetitivo. Redescubrir la música como arte requiere atención, tiempo y apertura.

“La música vive en los escenarios, en las comunidades, en los espacios alternativos donde aún se apuesta por lo nuevo”, concluyen desde Cenital.