China llevó a cabo uno de sus desfiles militares más imponentes en la historia reciente para conmemorar el 80° aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, con una poderosa exhibición de capacidad militar bajo la atenta mirada de altos dignatarios internacionales.

Una exhibición sin precedentes de poder militar moderno
Más de 10,000 efectivos militares, junto a más de 100 aeronaves y centenares de equipos terrestres, recorrieron la céntrica avenida Chang’an, ante una multitud reunida en la Plaza Tian’anmen, según fuentes oficiales.
El desfile incluyó por primera vez la presentación de sistemas autónomos avanzados: drones, barcos no tripulados y vehículos subacuáticos, además de baterías láser de energía dirigida y sofisticadas armas hipersónicas y antimisiles, reflejando el nivel de modernización alcanzado por las fuerzas armadas chinas.
Discurso de Xi Jinping: entre memoria histórica y estrategia global
El presidente Xi Jinping recordó el sacrificio del pueblo chino ante la agresión extranjera, describiéndolo como “la primera victoria completa de China en tiempos modernos”. Hizo un llamamiento para «eliminar la raíz de la guerra», buscando evitar que se repitan tragedias del pasado.
Además, Xi planteó que la humanidad enfrenta actualmente una dualidad: “paz o guerra, diálogo o confrontación, beneficio mutuo o rivalidad de suma cero”. El mensaje fue una clara alusión a las crecientes tensiones globales, especialmente con Occidente.
Presencia internacional: señales de alianzas y divisiones
El desfile contó con la presencia de más de 20 líderes mundiales, incluidos Vladimir Putin (Rusia), Kim Jong Un (Corea del Norte) y otros personajes del sur global, en un claro mensaje de unión entre naciones fuera del bloque occidental.
Reacciones globales: elogios, críticas y eco político
- Donald Trump, ex presidente de EE. UU., calificó la ceremonia de «hermosa e impresionante», criticando que China no mencionara explícitamente al apoyo estadounidense durante la guerra. Su comentario en redes apuntó a resentimiento y un sentido de exclusión.
- Expertos occidentales interpretaron el espectáculo no solo como un homenaje histórico, sino como una muestra cuidadosamente calibrada de disuasión y afirmación de poder
- En contraste, Taiwán respondió con advertencias políticas y críticas a Beijing, acusándola de distorsionar la historia para justificar un nacionalismo agresivo
El desfile no solo honró la memoria histórica; fue una plataforma para proyectar una China fuerte, tecnológicamente avanzada y diplomáticamente alineada con aliados clave. Su objetivo: consolidar un camino hacia un orden mundial multipolar