El norteamericano Julian Schwarz es una de las nuevas figuras de la música clásica en el mundo. El violonchelista dará su primer concierto en Lima el próximo martes 5 de agosto en el Teatro Municipal. La República conversa con Julian Schwarz sobre sus inicios y el repertorio que ofrecerá en su presentación.

Pese a la situación por la que atraviesa el país, en donde la polarización, la inseguridad y las desigualdades persisten, no hay que dejar de subrayar, y en ese aspecto, La República ha incidido todas las veces posibles, que la producción cultural está transitando por un buen momento. Estamos siendo testigos de buenas temporadas de teatro, atractivos festivales de cine, muestras plásticas que consolidan a sus exponentes, producción editorial para todos los gustos y conciertos de música clásica del más alto nivel. No son manifestaciones aisladas; hay una sintonía en su colectividad. Si este buen momento existe, se debe a que hay una demanda, un público que consume cultura.
En este marco, el próximo martes 5 de agosto, hará su debut en Lima el joven violonchelista estadounidense Julian Schwarz en el Teatro Municipal de Lima, con un repertorio que incluye piezas de Camille Saint-Saëns y Antonín Dvořák. Julian Schwarz la viene rompiendo en los escenarios más exigentes del mundo y su presentación en Lima no solo cautivará a los melómanos, sino también la misma es una invitación al público en general. No se necesita ser conocedor para disfrutar del gran arte. Basta con que este transmita y suscite revoluciones internas.
Julian Schwarz nació en una familia de músicos. Su padre, Gerard Schwarz, es un reconocido director de orquesta; su madre, Jody Schwarz, es una flautista no menos saludada; y su abuelo, Sol Greitzer, fue un prominente violista de la Filarmónica de Nueva York hasta 1985. Son nombres que pueden motivar a cualquier músico, pero igualmente intimidar, en especial cuando se carga con la herencia del prestigio. Al respecto, Julian Schwarz le dice a La República:
“La música era parte integral de la vida cuando crecí. La música clásica era casi una religión, y se le daba un lugar importante y respetado en mi casa. El amor por el arte surgió de esa exposición temprana, y ahora realmente siento que mi generación (yo y mis primos) estamos continuando la tradición, como si se tratara de un negocio familiar. Mi comprensión de la música se originó en la repetición: escuchar las mismas obras una y otra vez, asistiendo generalmente a cuatro conciertos sinfónicos por semana. La música se volvió parte de mí, y mis padres se tomaron muy en serio mi educación en los aspectos técnicos e interpretativos de la música”.
El violonchelo es un instrumento especial que requiere de muchísima paciencia y constancia. Eso lo tuvo muy presente Julian Schwarz cuando se decidió por él. Su primer concierto lo ofreció a la edad de 11 años y hoy en día, a la edad de 33 años, la crítica lo reconoce como uno de los violonchelistas más destacados de su generación. En este sentido, su presencia en Lima será un catalizador para los músicos peruanos, tanto para aquellos que recién están empezando como para quienes ya tienen experiencia. Julian Schwarz, además, es profesor del Shenandoah Conservatory (Virginia) y de la NYU Steinhardt School of Music de Nueva York. Sabe, entonces, lo que es dirigirse a los alumnos y, principalmente, de sus sueños que anhelan cumplir. Para el músico, se puede perder todo, menos la pasión. “Creo que es sumamente importante que los jóvenes músicos conserven su amor por el arte. Es difícil separar el negocio del arte en muchas disciplinas, pero hay dos aspectos que deben mantenerse: el amor por la música en sí y el amor por tu propia forma de tocar. Puede ser difícil amar tu propia interpretación cuando escuchas errores y estás en constante mejora. Pero, si no te gusta cómo tocas, ¿por qué debería gustarle al público? Los jóvenes deben aspirar a sonar como quieren que suene la obra. Le diría a un niño que siempre considere esto: si suena bien, entonces está bien. Muchas veces, los alumnos se esfuerzan con la disonancia cognitiva de hacer algo “correcto” que no lleva a los mejores resultados. Si el sonido está en su cabeza, encontrarán la manera de lograrlo, incluso si el camino es poco ortodoxo. Después de muchos años enseñando, realmente veo que los roles de maestro e intérprete son inseparables. En pocas palabras, tanto la interpretación como la enseñanza se complementan en mi vida. Constantemente descubro nuevas soluciones para mi ejecución al enseñar a mis alumnos, y también puedo usar mi experiencia práctica como intérprete para ayudarlos a prepararse para sus propios conciertos. Es una relación simbiótica. No impongo un estilo de interpretación, sino que abro un mundo de posibilidades para que el estudiante lo implemente desde su propia libertad artística”, precisa el violonchelista.

Como indicamos líneas atrás, Julian Schwarz interpretará piezas de Camille Saint-Saëns y Antonín Dvořák, maestros del Romanticismo que suscitan ecos epifánicos en él: “Puedo sentir la nostalgia de Dvořák en su Concierto para violonchelo, así como su deseo de innovar con un nuevo sonido clásico estadounidense. El hecho de que una persona a la que Dvořák amaba profundamente falleciera durante la composición le añade un elemento de añoranza a la obra, algo que intento transmitir en cada interpretación. En el concierto de Dvořák, se exploran prácticamente todas las emociones humanas, desde la tristeza profunda hasta una intensa y heroica euforia. Como solista, siento que estoy hablando como el propio Dvořák, contando su historia y experimentando sus emociones. El concierto de Saint-Saëns es una pieza de concierto mucho más ligera, pensada para mostrar la virtuosidad del instrumento. Por lo tanto, su rango emocional es más limitado, pero es muy placentera de escuchar e interpretar”.
Nuestro músico no es ajeno a las redes sociales, mucho menos a lo que acaece hoy en el mundo. Una mirada a ellas nos revela a un artista deudor de su tradición y la expone en momentos en los que impera lo políticamente correcto. “Al crecer como músico clásico judío, con frecuencia actuaba en la sinagoga, tanto en contextos litúrgicos como seculares. Hay elementos cantorales en mi manera de tocar, asociados con la gran tradición del canto judío. La conexión con la música clásica judía nació de esa afinidad y he promovido obras con vínculo judío en medio del auge mundial del antisemitismo”.
Los representantes de la música clásica, no son seres de otro planeta. Tienen las mismas costumbres de las estrellas del rock y otros géneros. Julian Schwarz conoce lo que es presentarse en conciertos ante distintos tipos de público. La misma cábala la aplicará para su primer concierto en Lima: “Mis hábitos y rituales están en constante cambio, ya que siempre busco lo que funciona para mí en cada etapa de la vida. Un aspecto que mantengo es la siesta por la tarde. Como músicos, necesitamos estar enfocados y en plena forma a las 10 de la noche. Eso es difícil después de un día largo de trabajo. Una siesta reinicia el reloj, y me resulta más útil despertarme de ella lo más cerca posible a la hora del concierto”.
La gran música de Julian Schwarz está en todas las plataformas.
…
Entradas: a la venta en Ticketmaster. Desde 32 soles.
Fuente: Diario La República
Últimas Noticias
- Incendio en la zona del Tambo
- AFP Integra usa Yape para captar inversión de jóvenes: el 60% de aportes viene de menores de 30 años
- Nuevo récord en almacenamiento: presentan un SSD de 245 TB, el más grande del mundo
- Julian Schwarz: «Debe mantenerse el amor por la música en sí y el amor por tu propia forma de tocar»
- Pedro Pascal y Vanessa Kirby, actores de ‘Los 4 Fantásticos’, desatan polémica por sus muestras de cariño