Julian Schwarz debuta en Sudamérica con un concierto inolvidable en Lima.

El chelista estadounidense se presenta hoy martes 5 de agosto en el histórico Teatro Municipal de Lima, interpretando obras maestras de Saint-Saëns y Dvořák

El destacado chelista Julian Schwarz llega por primera vez no solo a Perú, sino a toda Sudamérica, para ofrecer un concierto único en el Teatro Municipal de Lima este martes 5 de agosto. La velada incluirá dos piezas fundamentales del repertorio para violonchelo y orquesta: el Concierto N.º 1 en la menor de Camille Saint-Saëns y el Concierto en si menor de Antonín Dvořák.

“Este concierto representa mucho para mí”, comenta Schwarz. “No solo es mi primera vez en Lima, también en Sudamérica. Tener el honor de tocar como primer solista junto a la nueva Orquesta Filarmónica Teresa Quesada lo hace aún más especial”.

El poder emocional de la música

Sobre el repertorio, Schwarz destaca la profundidad emocional del concierto de Dvořák, marcado por una pérdida personal del compositor: “Quise resaltar ese sentimiento en mi interpretación. Es una obra que combina nostalgia con innovación sonora”, explica.

También recuerda con cariño su primer concierto como solista, a los 11 años, dirigido por su padre: “En ese momento solo quería tocar bien, pero con el tiempo aprendí a disfrutar del intercambio musical y la libertad que da tocar con alguien tan cercano”.

Música como herencia y vocación

Schwarz proviene de una familia profundamente musical. Aunque nunca conoció a su abuelo, el violista Sol Greitzer, asegura haber encontrado una conexión espiritual al descubrir una antigua grabación suya: “Ahí entendí que la música no solo se aprende, también se hereda en el alma”.

Enseñar para seguir aprendiendo

Además de su carrera como intérprete internacional, Schwarz es también un apasionado docente. Para él, enseñar y tocar son roles inseparables: “Cada vez que enseño, descubro nuevas formas de interpretar. Mis alumnos me inspiran tanto como yo a ellos”.

En su labor pedagógica, busca cultivar una voz propia en cada estudiante: “No les impongo un estilo. Les muestro posibilidades para que exploren su identidad musical”.

Un puente entre culturas

Durante una gira en China, Schwarz vivió un momento revelador: “Tocar una canción popular china como encore fue un éxito en cada ciudad. Me hizo entender el poder de la familiaridad. Mi objetivo es que más personas se enamoren de las obras clásicas como si fueran parte de su cultura”.

Finalmente, habla sobre su trabajo con compositores contemporáneos: “Cada nueva obra es un viaje. Me encanta ver cómo una pieza evoluciona en cada interpretación y cómo poco a poco se construye su propia tradición”.

Fuente: Facebook/ Diario Correo