La viceministra de Comercio Exterior, Teresa Mesa, confirmó que la exención es parte de un plan piloto que durará tres años, pero no fue capaz de especificar cuál sería el tercer grupo beneficiado
El fin del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) 2024 se caracterizó por los acuerdos alcanzados entre las economías participantes. Desde el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) se confirmó que el Perú y Japón aprobaron un convenio para la exención de visas. Esto forma parte de una serie de acuerdos que se llevarán a cabo durante los próximos diez años entre la nación andina y la nipona.
Teresa Mera Gómez, viceministra de Comercio Exterior, anunció que durante los próximos tres años los peruanos no requerirán de visa para ingresar al país del sol naciente; sin embargo, la medida no aplica para todos los ciudadanos.
“(El acuerdo beneficiará a) diplomáticos, personas de negocio y, me vas a disculpar, pero hay una categoría más que en este momento no recuerdo”, fue la declaración de la representante del gobierno peruano ante uno de los eventos más importantes del año.
Un dato que Mera Gómez sí pudo confirmar fue que la exención de visa no aplicará a quienes deseen visitar Japón en calidad de turistas. Se espera que este plan piloto sirva como antecedente para que en los próximos tres años la medida se extienda a los vacacionistas.
Nueva hoja de ruta
En una ceremonia llevada a cabo en Palacio de Gobierno el último 17 de noviembre, la presidenta Dina Boluarte y el primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, firmaron un documento en el que se establecen los acuerdos que se implementarán durante los próximos diez años.
El documento señala que se trabajará “en la implementación de la medida de exención de visado para los ciudadanos peruanos que poseen pasaportes ordinarios IC”. Una vez establecida esta medida, las autoridades niponas y peruanas analizarán la posibilidad de introducir el Programa de Vacaciones y Trabajo.
Los ciudadanos peruanos están obligados a contar con una visa expedida por la embajada de Japón para visitar el país asiático. Aquellos que deseen un permiso temporal por turismo deberán presentar los siguientes documentos:
Pasaporte peruano vigente. En caso haber obtenido una visa o haber estado en Japón, presentar el pasaporte anterior
– Solicitud de visado de entrada en Japón
– Fotografía tamaño pasaporte, reciente y de frente
– Itinerario de vuelos (barco/crucero) que planee utilizar, con fechas de ingreso y salida al país
– Documento de identidad (DNI o carnet de extranjería)
– Programa de actividades que indique alojamiento y contacto
– Documentos que demuestren solvencia económica para costear los gastos de viaje
– Reporte de rentas y retenciones de Sunat del último año, certificado de rentas y retención de quinta categoría del último año expedido por el empleador o documentos similares
– En caso de ser profesional independiente o tener negocio propio presentar la última declaración de pago anual impuesto a la renta y/o movimiento de cuenta bancaria donde figure el saldo actual
Aquellos que planean aplicar a la visa temporal por turismo deben tener en cuenta lo siguiente:
En caso se vayan a hospedar en la casa de un familiar o amistad deben presentar los requisitos de la visa temporal de visita a familiares y amistades
No podrá realizar actividades remuneradas bajo ninguna circunstancia
Los documentos no deben ser enviados al correo electrónico de la embajada sin que se solicite
La validez de la visa como visitante temporal de una entrada es de tres meses desde su emisión
El tiempo de estadía no debe exceder los 90 días
125 años de inmigración japonesa
El último 3 de abril se conmemoró un año más del arribo del Sakura Maru a las costas peruanas. La embarcación trajo consigo a los primeros inmigrantes japoneses, los mismos que iniciarían un histórico vínculo que marcaría la cultura, el deporte y la política.
En la actualidad, la comunidad nikkei peruana está conformada por más de 200 mil descendientes de inmigrantes japoneses.
A su llegada en 1899, los migrantes fueron contratados principalmente para trabajar en las haciendas de caña de azúcar y algodón en la costa peruana, debido a la demanda de mano de obra en el sector agrícola tras la abolición de la esclavitud y la insuficiencia de trabajadores locales.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los migrantes japoneses en Perú enfrentaron discriminación y persecución. Muchos fueron deportados a campos de internamiento en Estados Unidos, acusados injustamente de espionaje. Sus propiedades fueron confiscadas, afectando gravemente a la comunidad japonesa. A pesar de ello, reconstruyeron sus vidas tras la guerra, dejando un legado resiliente.
Fuente: Infobae.